LAS CARRETAS ARGENTINAS (7) - LEYENDAS, MITOS e HISTORIAS del FOLKLORE ARGENTINO

LAS CARRETAS ARGENTINAS

Las CARRETAS fueron el primer medio de transporte conocido en la Argentina en las zonas alejadas de los ríos navegables. Llevaban cargas y pasajeros entre ciudades, pueblos, postas, fortines y estancias. De forma rectangular, estrecha y larga, con techo de cuero o paja, estaban montadas sobre dos altas ruedas de hasta tres metros de diámetro que le permitían vadear ríos y arroyos. Eran arrastradas, por lo general por yuntas de bueyes. La cantidad de bueyes aumentaba conforme al tamaño de la carreta.

Estos antiguos carromatos recorrían hasta seis leguas -unos veinticinco kilómetros- en un día. En travesías extensas, se reunían en caravanas numerosas como una estrategia de protección recíproca. En los descansos o paradas nocturnas, se colocaban en forma de círculo para una mejor organización de la defensa contra los ataques enemigos, de animales feroces, o de las inclemencias del tiempo, principalmente del viento.

En sus largos itinerarios, fueron marcando huellas por el campo con admirable sentido de orientación y aprovechamiento de las mejores condiciones del terreno, de tal modo que mucho tiempo después, por esas mismas huellas, fueron trazadas las rutas que hoy surcan el país. Asimismo, fueron las precursoras de la fundación de las líneas de fortines, postas, poblados, ciudades de la actualidad, y posibilitaron en muchas zonas el trazado de las líneas del Ferrocarril.

Un problema a resolver por los viajeros era la provisión de alimentos durante los extensos viajes. Para ello, estos osados caminantes se valían de la fauna de cada lugar.Además, los cueros y pieles de guanaco, ciervo, huemul, zorro gris, hurón, chinchilla, nutria, puma, gato montés, fueron las preciadas mercancías de sus primeras manifestaciones comerciales.

Las carretas fueron testigos de los malones de las comunidades indígenas que intentaban infructuosamente defender sus tierras del avance de la colonización. Los pajonales representaban un lugar de refugio o escondite tanto para estos carros como para los gauchos cuando huían de la partida policial o del malón.

Tiempo después, el progreso trajo las veloces galeras, tiradas por caballos, y así fue llegando el fin de las carretas y los carreteros. Aún así, nadie puede desconocer su protagonismo en los comienzos de nuestra historia, en los viajes hacia todos los puntos cardinales del país y en el trazado de los caminos. Quizas con impotencia y dolor asistieron, más que al encuentro, al desencuentro entre dos etnias, entre dos culturas, que aún están buscando la manera de reconocerse.

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LOS EJES DE MI CARRETA - Milonga

Letra: Romildo Risso
Música: Atahualpa Yupanqui

Porque no engraso los ejes,
me llaman abandonao;
si a mí me gusta que suenen,
¿pa’ qué los quiero engrasaos?

Es demasiado aburrido
seguir y seguir la huella;
demasiao largo el camino,
sin nada que me entretenga.

No necesito silencio;
ya no tengo en qué pensar.
Tenía, pero hace tiempo:
ahora ya no pienso más.

Los Ejes de mi Carreta,
nunca los voy a engrasar.






2005-11-02 02:34:59 Muy bien esta este texto!!! mucho conosimientos y bien siertos... y al leer esa milonga mis patitas bailaban al compos de tus letras, me encntan las milongas y los pasodobles... "bailamos!!" jajaja mis***** para ti amigo con olitas!! saludos, ah "sabrynita" besitossssss nildamamádeariel.. nilda



2005-11-02 02:34:24 Muy bien esta este texto!!! mucho conosimientos y bien siertos... y al leer esa milonga mis patitas bailaban al compos de tus letras, me encntan las milongas y los pasodobles... "bailamos!!" jajaja mis***** para ti amigo con olitas!! saludos, ah "sabrynita" besitossssss nildamamádeariel.. nilda



2005-10-30 19:25:35 Muy aleccionador y bonito con esa letra final que tanto me gusta de Atahualpa Yupanqui. Un saludo y mis*S josef



2005-10-30 16:18:19 No olvidar,avivar la memoria del anciano,transmitir a las generaciones jóvenes los mapas con antiguas rutas,educar en valores tradicionales y no perder el vínculo con las raices a favor del dolar.Toda una labor amigo Victor.¡Es mucho Atahualpa!.¡Es mucho chilicote!***** Gadeira



2005-10-29 05:03:28 Como siempre hermano..., aportandole calidad a esta página... Un abrazo. CalideJacobacci



2005-10-29 01:17:55 excelente narración corazonpartio



2005-10-28 22:57:51 Me imagino las carretas, el sudor de los bueyes, la pampa interminable, los pagos. Tienes la esencia para plasmar un cuento sobre esa gente. "Los caminos no se hicieron solos" Otra canción que me has devuelto a la memoria. Mis agradecimientos. NeweN



2005-10-28 19:36:28 Nostálgico recuerdo de aquel modesto sistema de transporte que fue abriendo caminos a la joven y pujante nación. Un buen texto que aporta mucho al conocimiento que debe existir entre naciones hermanas... gui



2005-10-28 02:53:36 Gracias por publicar este trabajo, chili; una perlita más en tu sección. Te cuento que ya hay gente de las escuelas que busca las versiones de las leyendas que has dispuesto aquí, tan bien complementadas por una muestra de nuestra música popular. Felicitaciones por tu trabajo. saraeliana



2005-10-27 23:18:32 por cierto que por sierto va con " C ", nam56



2005-10-27 23:17:46 buana la narracion y buena la cancion ,que por sierto hacia mucho que lo la "escuchaba" nam56



2005-10-27 22:18:02 Lo que sea es de gran importancia para mi, conocer todo lo que cuentas, es tan importante tener estos conocimientos, y leerlos de ti, que sabes narrarlos de manera liviana y entretenida. No necesito silencio; ya no tengo en qué pensar. Tenía, pero hace tiempo: ahora ya no pienso más. Besitos estrellas***** Victoria. 6236013



2005-10-27 19:42:26 un bello recordatorio de una parte de la historia... ahora todo es tan diferente que leyendote te metes en un cuento hermoso un beso luna-solitaria



2005-10-27 18:01:02 Amigo siempre tu tratando de que recuremos la memoria y recordando los valores de nuestra tierra, un beso muy bueno***** lagunita



2005-10-27 17:39:57 Hermosa recuperación de los valores que una vez ayudaron a cruzar un continente de punta a punta... gracias Chilicote... tu pluma es un recuerdo